La merienda de la discordia

¿Fue la merienda la culpable? ¿La tripá de chorizo y sobrasada minó las ilusiones del equipo? ¿Por qué Vicente el del bar pensó que con tres servilletas nos limpiábamos todos? Son preguntas que ya nunca se podrán responder con certeza. Lo que si sabemos es que el sábado en el Pub Ellón vimos baloncesto de Autonómica y, amigos, esto es otra cosa. Se acabaron los paseos militares, las jugadas de fantasía y el derecho a fallar. Aqui si das un metro te cogen dos, y encima se rien de la grada (aunque acabaron cantando txerokis con nosotros, ese 5 es un tio grande).

El caso es que la primera parte fue muy interesante, disputada, y jugada de tu a tu ante un rival muy muy bueno, y que suponemos peleará por los puestos altos de la tabla; nada que ver con el equipo del año pasado. Los nuestros estuvieron bien, y aunque fallaron mas que la escopeta del gitano de la paradeta esa de las botellicas de alcohol que nunca caen detrás de las tablas, no bajaron los brazos en casi ningún momento, y digo casi porque amagos hicieron, pero en fin, es normal, no están acostumbrados a perder en casa. En cuanto al nuevo, Rudy supo qué hacer desde el principio: primera canasta y dedicatoria total a La Curva; si sigues asi estas a medio centimetro de la pancarta, que lo sepas.

Al final, el resultado importo poco, gran fiesta en el Pub Ellón con una Curva pletórica, acorde al estreno de categoría, y con un aumento de aosciados que, de seguir así, no se dónde huiremos el Txungo y yo con la pasta, si a monte picayo o a Jonolulú; ya veremos. De todos modos, muchas gracias a todos, y paciencia, las camisetas vienen enseguida.

Sin más, les emplazo al siguiente partido, les animo a votar al primer mvp del año, y a ponerse una rebequica, que ya empieza a notarse la frescorica. Un beso de este su humilde servidor.